¡Lo necesito para ya! ¿Presupuesto urgente? ¡alarma!
Las prisas constantes al pedir presupuestos suelen indicar clientes problemáticos. Aprende a identificar cuándo la urgencia es legítima y cuándo es una señal de alarma para evitar futuros dolores de cabeza.
¿Te ha pasado que recibes un email o una llamada de un posible cliente que necesita algo “urgentísimo”?
Ya sabes, esos que empiezan con “necesito esto para ayer” o “es super urgente, ¿podrías tenerlo mañana?”.
Aunque todos hemos tenido emergencias legítimas alguna vez, las prisas constantes deberían ser una señal de alarma.
Una alarma que debería hacernos explotar los tímpanos.
¿De dónde vienen esas urgencias?
Una urgencia a la hora de pedir un presupuesto es un síntoma de falta de planificación. Se han organizado mal y ahora te cargan con las prisas.
Además suele ir acompañado de falta de requisitos.
O, peor aún, te mandan la Biblia en verso con toneladas de documentos funcionales que te llevará horas analizar.
Al final, si tienes suerte, nunca volverás a oír al cliente.
Y digo si tienes suerte porque este tipo de clientes luego suele ser muy problemático.
También se pueden usar estas urgencias para saltarse algunos trámites como firmar un contrato o un adelanto (si es que lo sueles pedir).
Recuerda: un buen cliente entiende que la calidad requiere tiempo y planificación. Si alguien no respeta tu tiempo desde el primer presupuesto, ¿crees que lo respetará durante el proyecto?
Así que, ojo con los presupuestos urgentes.
¿Te imaginas que hubiera una comunidad a la que consultar qué tal es ese cliente que tiene tantas urgencias? Pues eso mismo es esta comunidad. Únete y detecta clientes tóxicos antes de que te hagan daño.